El glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Se espera que el número de personas con glaucoma en todo el mundo aumente de 64 millones a 76 millones en 2020 y 111 millones en 2040. Como lo comenté en el post anterior el glaucoma primario de ángulo abierto es la forma más común de la enfermedad en todo el mundo.
El glaucoma de ángulo abierto no presenta signos de advertencia ni síntomas durante las primeras etapas. A medida que la enfermedad progresa, se comienza a perder la visión lateral, es decir se comienza a cerrar el campo visual.
La mayoría de las personas con glaucoma de ángulo abierto no notan ningún cambio en su visión hasta que el daño es bastante grave. Es por esa razón que debemos mantener un examen regular de la visión al menos una vez al año.
Algunas personas corren un mayor riesgo de padecer glaucoma:
- Mayores de 40
- Parientes con glaucoma
- Ser de ascendencia africana, hispana, o asiática
- Padecer presión intraocular alta
- Tener miopía o hipermetropía
- Uso prolongado de esteroides tanto en gotas como tomados por vía oral
- Tener diabetes, presión alta, migrañas, mala circulación de la sangre u otros problemas de salud que afectan a todo el cuerpo.
La única manera segura de diagnosticar glaucoma es con un examen ocular completo. El daño por glaucoma es permanente, no puede revertirse. Sin embargo, puede detenerse por medio de medicamentos y cirugía, es decir, la enfermedad no tiene cura, pero con un diagnóstico oportuno y manejo adecuado puede estabilizarse y conservar una visión útil a lo largo de la vida.